Mientras lo estaba viendo pasé por diferentes estados, primero me pregunté si esos pequeños eran humanos o robotitos.
Después pasé por la fase de admiración, ya que me parecía increíble que siendo tan chiquitos y con una guitarra tan grande tuviesen tal dominio del instrumento.
Pero al final el sentimiento que me dominó fue el del miedo...
Esas caritas sonrientes me recordaron a Chuky, el muñeco maldito y ahí fue donde me saltó la ficha.. SON LOS HIJOS NORCOREANOS DE CHUKY !!
Que Dios nos proteja !!
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